Por aquel entonces Justino ya es un hombre casado y al aumentar el volumen de trabajo su mujer Maria Jesús se incorpora a la empresa.
En 1987 Justino y Maria Jesús se independizan y abren un emblemático establecimiento en el centro de Vitoria.
Tras 25 años y después de trabajar con las mejores firmas de joyería y relojería su hija Itsaso siguiendo la saga familiar y tras estudiar gemología y ser diplomada por el instituto HRD, uno de los más importantes del mundo toma las riendas del negocio y se trasladan a la esquina de la misma calle donde ganan visibilidad , espacio y tratan de seguir trabajando con el mismo ambiente familiar a la vez que profesional.